martes, 16 de septiembre de 2008

El mundo es cuadrado y anticuario

El último viernes, 12 de setiembre, en el Centro Cultural de España se presentó dos interesantes propuestas en poesía: “Papiroflexia” de Sandra Suazo y “Anticuario” de Diego Lazarte.

La gente rondaba por la galería fotográfica de Pierre Verger, una recopilación de sus mejores trabajos en África, Latinoamérica y Centro América. Verger refleja las costumbres y sensaciones de diferentes personas, variedad de culturas y tiempos paralelos. La muestras también está en la agenda cultural del mes, su diseño tiene forma de un diskette que guarda un cuadernillo lleno de fotos del autor y la programación que ofrece el centro cultural.

Seis y media de la tarde. Llegaron Diego lazarte y Sandra Suazo a prepararse para la presentación de sus trabajos. Sandra Suazo llevó a su hijo, recién tiene siete meses y se ríe con cualquier persona, es muy risueño y pasea cargado por una mujer. Mientras, Diego Lazarte, con una casaca mostaza, entra al auditorio con otros chicos más.

Ya son las siete, la función anterior sobre un documental ya finalizó. La sala queda vacía. La gente hace una cola improvisada junto a la puerta grande del auditorio. Las luces de la proyección de fotos de Pierre Verger se reflejan en los rostros que esperan. Sandra Suazo se acerca a ellos: «¿Están haciendo una fila? ». «», contestan en coro los ansiosos.

La presentación del libro – objeto: «¿Qué será?», «¿Cómo será ese libro – objeto? ». A las diez primeras personas se les regalará este libro – objeto: « Vamos, vamos », emocionados los amigos, las amigas, los universitarios: « algo gratis, un libro gratis, mejor aún ». « ¿Ustedes han venido a la presentación del libro? », Sandra Suazo pregunta ingenuamente a unos señores mayores que están primeros en la fila. « Sí, por supuesto », contesta uno de ellos. « Ok », la chica carga una bolsa y comienza regalar lo prometido.

Cada persona tiene una especie de cajita, en ella, los lados están escritos. Todos comienzan a observarla, examinarla como hombres cavernícolas con un celular, o como científicos descubriendo algo en una célula.

Ya era hora de ingresar al auditorio. Los que llegaron temprano o hicieron su cola primero, se sentaron y empezaron a desarmar la cajita descubriendo otra en el interior y la situación se repetía de nuevo. En total eran tres papeles con un poema en cada uno, decorado con dibujos. Las imágenes y las letras en algunos casos se fusionaban siendo uno. Era cuestión de examinar, descubrir la intención.

Pasó al frente la chica y su invitada. La autora del pequeño cubo explica: « esto es un origami », el público trata de rearmar el objeto. Un señor lee en voz alta para entender mejor las instrucciones del papel. : «juntar la estrella… ». Algunos se rinden y trata de armarlo a su manera.

Sandra Suazo cogió su papiroflexia y empezó a leerlo, volteaba el cubo mientras leía el primer poema. La gente seguía sus pasos. Todos atentos a ella. Los poemas se convertían en una suerte de magia, tal vez era la forma en que se presentaban: « consiste en encontrar las palabras escondidas », concluía la autora. Era cierto, es una forma de captar a la gente a la poesía, leerla de otra manera, que encuentren el secreto de la literatura.

La presentación fue corta y continuó el segundo libro, este era normal pero no por eso menos interesante. Se trataba de Diego lazarte, quien constantemente viaja y se inspira de paisajes y sucesos de los lugares visitados. No deja de intervenir la astronomía en su estilo. Y también tuvo un invitado, leyó algo que escribió sobre este libro: Anticuario. Luego habló Diego Lazarte.

La portada del libro son dos fotos antiguas: una, de una señorita y la otra, de una niña con una tenebrosa muñeca. Diego Lazarte interpretó alguno de sus poemas con un fondo musical, complementando el ambiente deseado por el autor: religioso y tradicional, misterioso y desconocido.

“Anticuario” y “Papiroflexia” se vendían afuera del auditorio en una mesita sencilla de madera. La gente compraba las obras. Entre la multitud, que salía del auditorio al final de la presentación, se unían los autores,conversandoa con sus compañeros de la universidad y familiares. A Diego lazarte se le acercaban lectores con su libro listo para ser firmado por él.

Lo curiosos de esta presentación es que fue fugaz, y como opinión personal, me encanta que sean así: no cuenten todo sobre el libro, sino dejar una duda al espectador para que encuentre la respuesta en las obras.

1 comentario:

bimembre dijo...

siii yo estuve ahi y armar el cuadro de sandra aun es un reto, un juego que espero nunca acabe :)
Su hijo es precioso, le digo Lunático porque sus ojos son un par de lunas.