Tampoco es raro que te llamen de un número privado para fastidiar. Fácil se confunden de un insignificante dígito como a mí me pasaba cuando llamaba a mis amigas y me contestaba la voz de un hombre cincuentón.
Seguro les ha pasado que durante todo un día recibían mensajes como: “Entra al internet urgente, necesitamos hablar”. “Por qué no entras al internet!!”, “Qué pasa contigo, entra al Internet!!” y luego te llaman y dicen: «Ana… Ana, ¿por qué no entras al Internet? ». Y tú contestas: «Yo no soy Ana ».
Tal vez se sintieron comprometidos cuando recibieron, por equivocación, una llamada de provincia avisando que el Tío Juan está enfermo y necesita de su ayuda, pero tú no eres de la familia, tú no eres el primo Roberto.
Y en un día soleado, tranquilo sin ningún problema que enfrentar, llega un mensaje con una voz misteriosa: «Ya pues, te acobardas, ¿no?, ya ven nomás, no te tengo miedo…». Y tú, tratando de recordar el último pecado cometido, tienes miedo de salir a la calle y que alguien quiera hacerte pagar por tu error, que aún no sabes cuál es, pero ese mensaje te puso los pelos de punta.
Para la próxima, fíjense bien qué número marcan en su celular.
Celular llamada equivocada mensajes