jueves, 22 de enero de 2009

Hellboy y los comerciales




« ¡Wuju! », grité de felicidad. En el canal trece darían, en el Peliculón -segmento donde pretenden transmitir películas en “estreno”- ¡Hellboy! Darían Hellboy. Claro, la primera película. De todas maneras: « ¡Wuju, Hellboy! », algo bueno por ver en la televisión.


La ilusión se desvaneció desde los primeros minutos.

Entre las diez y casi las doce de la noche, Hellboy era prácticamente los comerciales de detergentes, gaseosas, promociones de verano... A veces cambiaba de canal en esos momentos, porque fueron muchas publicidades. Sin embargo, era más aburrido: noticias trágicas, reportajes triviales, películas de algún lugar desconocido, un señor que dice ser pastor…

Estaba harta. «Pero… ya terminaron los comerciales, está dando Hellboy »:

Grigori Rasputín está abriendo el portal y va a despertar a los siete dioses del caos. La batalla entre los nazis y las fuerzas americanas termina. El profesor Trevor Bruttenholm pide a los soldados que revisen el área. El profesor junto a otro soldado encuentran una pequeña criatura roja. Bruttenholm le ofrece chocolates al pequeño mostro, ganando su confianza. Los soldados, el profesor y la criatura, es decir, Hellboy, se toman una foto. Y entonces…

Trufas de Lamborgini… Este miércoles a las nueve… Solo para incomprendidos… manda un mensaje al 5555 y tendrás los mejores consejos para revivir la pasión con tu pareja…

Comerciales. Me cansé de coger el control remoto y apretar los botones de chanel + o chanel - ; y mejor que eso, controlé el tiempo de la tanda comercial con el cronómetro de mi celular. Cuatro. Cinco. Seis. Siete. Ocho largos minutos. «Oh, comenzó Hellboy…», desperté de mi aburrimiento:

Liz está internada, ya puede controlarse, es lo que le confiesa a Hellboy. Sin embargo, las fuerzas del mal vuelven y despiertan los poderes de Liz, lo que provoca que destruya el lugar donde vivía pacíficamente. Y entonces…

Ahora con Pantene gana lindos bolsos, muchos pantenes gratis… Saca las machas… Sapolio, con Sapolio ¡Sí!... Red global… estamos trabajando por una mejor…

Estaba dudando si ver toda la película; aunque, al parecer, mis súplicas fueron escuchadas o quizás, a partir de las doce de la noche, ya no es buena hora para pagar un espacio en la televisión para promocionar tu producto. Cual sea el motivo, los comerciales disminuyeron y Hellboy se volvía más emocionante.

Hellboy terminó a la una. Fueron dos horas de tandas comerciales y una película que no dieron completa, porque al final de los créditos, aparecía otra escena. « ¡Qué trafa! Mejor me compro mis DVD´s », renegaba mientras me iba a mi cuarto.

Si quieren combatir la piratería, que se esmeren en transmitir mejor las películas. Como dice la chica de mazamorra Negrita: « ¡No se pasen, pues!»








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