martes, 22 de septiembre de 2009

El colegio ideal

Tratar de leer durante el viaje en combi hasta la universidad: error.

Subieron tres mujeres con ropa formal, cabello teñido y con esos bolsos negros brillantes que están de moda.

Sus voces, fuertes pero melodiosas, se metían en mi cabeza, en mi intento de concentrarme en lo que leía o, mejor dicho, trataba de entender cuando leía.

Eran tres criticonas profesoras de colegio, tres señoras chismosas. Concluí que, en ese dichoso colegio, nunca voy a poner a mis hijos. No.

Tomando ron, en la sala de profesores, yo llamé a Paty y le dije…

No me gusta Cívica, estoy harta…

“Si no están de acuerdo, las puertas están abiertas”, así mismo lo dijo…

Casi llegando a mi paradero estaban en el tema de por qué maldita sea deben vigilar durante el recreo a los demonios esos:

Entonces no puedo comer, no puedo descansar…




2 comentarios:

Charles Rodríguez dijo...

ummm aún no lo leo, pero primero comento... GRACIAS! jeje :D me había vuelto adicto a tus crónicas X)

Duber Gonzales dijo...

No pondré ahí a mis hijos... pero espero poder trabajar ahí.