miércoles, 24 de marzo de 2010

LOS MÁS ODIADOS

« ¡Señora, señora! ¿Qué le parece que hayan destrozado su carro? ». Respuesta: «Me parece una maldita pen***jada, pe**a, ¿no te das cuenta?, estoy jo**da».

«Dime, ¿estás bien?, ¿por qué querías matarte? ¡Señorita, no se vaya, conteste la pregunta! ».

«Haber papito, dime, ¿cómo te violó?, ¿él qué te decía?, ¿dónde te tocaba?, ¿cuántas veces lo hacía?, ¿tu mamá lo sabía? ».

Tal vez es su trabajo y seguro en su imaginación les inquieta esa competencia sobre quién elabora, o escupe, la pregunta más ácida en la historia de las noticias. Supongo que alguno de esos vómitos se convierte en estupideces y otros son simplemente vergonzosos.

Por eso nos odian, porque nuestro trabajo es, como lo dijo mi amiga Katee, incomodar a las personas y mostrar esa cruda realidad.

Somos héroes de un día, y antipáticos por siempre.